Más de 800 policías. Uniformados y de Investigaciones, con sus diferentes divisiones y la Policía contra el Narcotráfico (PCN). El objetivo planificado desde hace semanas era clave: entrar a la zona de conflicto, detener a los principales sospechosos de protagonizar la guerra narco del oeste de Godoy Cruz y secuestrar armas de fuego, municiones y estupefacientes.
En un trabajo en conjunto liderado por la Policía Mendoza, la Justicia provincial y la federal, la madrugada de este martes se desarrollaron más de 40 allanamientos en el asentamiento Campo Papa y otros complejos aledaños marcados como potencialmente peligrosos. El barrio fue prácticamente sitiado por Infantería y el GES. Nadie pudo entrar ni salir durante horas, debido a que debían requisar decenas de propiedades donde pernoctaban los malvivientes e identificar a otros moradores.
De acuerdo con información policial y judicial, hasta pasadas las 8 había una docena de detenidos, secuestro de armas y hallazgo de drogas, tanto plantas de marihuana como dosis fraccionadas para la comercialización. También identificaron a más 200 personas con el sistema biométrico.
Todo este movimiento policial y judicial se dio en el contexto de la crisis narco que viene golpeado a Rosario desde hace días, donde las organizaciones vienen sembrando terror con asesinatos perpetrados en diferentes puntos de las zonas rojas de esa ciudad santafesina.
En Mendoza la situación es diferente. Si bien se vienen registrando tiroteos casi a diario en -al menos- cinco barriadas del pedemonte, la pesquisa llevaba un par de meses de trabajos y se impulsó luego del crimen el jueves de la semana pasada de uno de los jóvenes más destacados del narcomenudeo en el Campo Papa, Miguel Ángel Valdivia (24), el Pollo.
Los trabajos policiales comenzaron a fines de diciembre, luego de un trabajo de la Dirección de Investigaciones y la PCN, con el análisis de varios personajes vinculados a la venta de drogas. Se desarrollaron medidas durante enero que permitieron secuestrar material para analizar y así poder identificando a la mayoría de los integrantes de las bandas.
Hubo diálogo con la Procuración de la provincia (jefatura de fiscales) para definir la forma de trabajo y se resolvió hace un mes que un fiscal se haga cargo de la mayoría de las causas que se iniciaron en ese sector por abusos de armas y asesinatos vinculados con la comercialización de drogas y la búsqueda constante de ganar territorio.
Gustavo Pirrello, uno de los cuatro fiscales de Homicidios de Mendoza, acumuló una veintena de expedientes por diferentes delitos y solicitó capturas de diversos personajes. La jueza Natacha Cabeza confirmó los pedidos. Este martes Pirrello estuvo acompañado en el lugar por el jefe de la Unidad Fiscal de Homicidios, Fernando Guzzo, y sus pares Andrea Lazo y Carlos Torres.
La Justicia federal también entró en escena con la fiscal federal Alejandra Obregón y el juez Marcelo Garnica. Todos los magistrados estuvieron este martes coordinado con los jefes policiales los allanamientos en diferentes puntos estratégicos del sector.
La guerra de bandas en las barriadas del oeste recrudeció el año pasado, cuando grupos juveniles buscaron posicionar y ganar territorio para el narcomenudeo. Se detectaron -al menos- tres grupos delictivos. Los tiroteos eran constantes por las noches y hubo varios hechos de sangre.
Los integrantes de esas organizaciones utilizaban armas de largas de grueso calibre -FAL y PA3- y pistolas calibre 9mm, entre otras. Hubo víctimas fatales inocentes y heridos que nada tenían que ver con los conflictos. También sujetos que eran actores principales de los cruces. Muchos fueron capturados durante las medidas de este martes y deberán responder con imputaciones.
La madrugada del sábado 2 de este mes, una mujer de 63 años recibió un balazo en la cabeza en el barrio Covitedyc y murió en el acto. En ese momento, dos grupos se estaban enfrentando a tiros e Isabel Morales, la víctima, se dirigía a comprar a un quiosco de la barriada.
Un día antes, en esa misma zona, las bandas habían disparado contra la casa de un policía federal. El efectivo recibió una bala perdida y radicó la denuncia. Esa misma jornada, los miembros de una de las bandas se enteraron de que allí habitaba en un efectivo y dispararon cinco veces contra la propiedad.
El jueves pasado, el Pollo Valdivia, señalado como uno de los referentes en la venta de drogas en el Papa y enfrentado desde hace años con jóvenes que respondían a gente de la jefa narco condenada Sandra Jaquelina Vargas, la Yaqui, fue ejecutado por un sicario en la gomería de sus abuelos, ubicada sobre calle Salvador Civit, tal como reveló este dario.
Dos sujetos que llegaron en moto y uno de ellos bajó para abordarlo. El Pollo, quien tenía 24 años y se encontraba en silla de ruedas luego de ser baleado en noviembre del 2021, recibió nueve balazos en diferentes partes del cuerpo. Lo trasladaron en un auto particular hasta el Hospital del Carmen pero en la guardia nada pudieron hacer.
Estos casos citados, como otros hechos de sangre y tiroteos ocurridos entre noviembre y principios de este mes, generaron las investigaciones provinciales y federales, con el objetivo de intentar frenar los constantes enfrentamientos.
Fuente: El Sol