El diente de león (o taraxaco) es una planta medicinal que crece prácticamente en todas partes de Italia. Además de ser abundante en propiedades terapéuticas, ofrece flores que parecen peluche y son fáciles de identificar.
Cuántas veces nos habrá pasado soplar sobre ellas de niños?
La planta se puede utilizar de diversas maneras, como la preparación de infusiones y tinturas. Sus beneficios y propiedades terapéuticas son innumerables. Por ejemplo, el diente de león ayuda a desintoxicar el organismo de toxinas, facilita las funciones de los riñones, el hígado y el sistema digestivo, y previene y alivia los síntomas de la anemia.
Además, el diente de león es muy eficaz para regular los niveles de azúcar en la sangre, aliviar las inflamaciones, depurar y oxigenar el cuerpo, y tiene un leve efecto laxante.
Cómo cultivar el diente de león en casa Pocos saben que cultivar el diente de león en casa para tenerlo siempre a mano es realmente muy sencillo. La planta se adapta muy bien a diversas situaciones, gracias a su increíble resistencia.
Obtén semillas de diente de león (disponibles en tiendas de jardinería, viveros u online). No debería ser difícil encontrarlas en todo el país.
La planta necesita un sustrato húmedo y soporta muy bien el frío. Como la utilizarás principalmente para preparar infusiones o tinturas, evita el uso de fertilizantes químicos y opta por compost natural.
Las plántulas de diente de león no requieren cuidados especiales: basta con regarlas cada dos días y colocarlas en un rincón bien expuesto al sol.
El diente de león florece ya desde mayo, y se recomienda recolectarlo entre la primavera y el otoño para aprovechar al máximo sus propiedades.