¿Se pone laurel en la lavadora? ¿No lo crees? ¡Verás qué resultados!
Que pena observar que con el tiempo, el lavado y el uso nuestra ropa favorita poco a poco va perdiendo color y brillo. Sin embargo, puede ser por una especie de afecto, puede ser porque los usamos bien, puede ser porque nos realzan, ¡no podemos separarnos de ellos!
No tenemos por qué hacerlo, al contrario. Podemos devolverles su antiguo esplendor gracias a un truco genial, tan antiguo como eficaz: ¡ una especie de beneficioso baño de laurel !
Las virtudes de esta planta aromática normalmente utilizada en la cocina fijan los colores de los tejidos, los reavivan y los mantienen inalterados a pesar de los lavados. Las propiedades astringentes presentes en la oleolita de las hojas frescas garantizan un resultado seguro .
¿Curioso por saber cómo hacerlo? ¡Vamos a empezar!
¡Mete la hoja de laurel en la lavadora para decirle adiós a la ropa descolorida!
Para conservar intactos los colores de su ropa favorita, prepare un lavabo grande, coloque las prendas a tratar y manténgalas a su alcance.
Hervir abundante agua, 4 cucharadas llenas de bicarbonato de sodio y 10 hojas de laurel en una cacerola grande y alta. Una vez alcanzada la ebullición, seguir “cocinando” durante unos veinte minutos: de esta forma los granos se disolverán por completo y la oleolita se dispersará en el líquido liberando sus cualidades astringentes.
Apaga el gas y déjalo enfriar. Luego vierte la mezcla en el recipiente hasta que toda la ropa quede sumergida. Dejar en remojo durante un día entero.
Una vez pasado el tiempo indicado, aclara la ropa y procede con el lavado habitual en la lavadora.
La alternativa a este procedimiento es introducir las 10 hojas de laurel y las 4 cucharadas de bicarbonato en una pequeña bolsa de yute o lona , luego cerrar bien la bolsa e introducirla directamente en la cesta . El lavado que vayas a realizar debe realizarse a al menos 30°.
Ahora extiéndelas, obviamente no bajo la luz solar directa, y disfruta del resultado.
¿Satisfecho?
¡Esto no termina aquí! Existen otros métodos para conservar el color de las telas.
Puedes sustituir la hoja de laurel por cinco cucharadas de sal gruesa o un vaso lleno de vinagre de manzana, utilizando los mismos métodos anteriores (remojo durante 24 horas).
El té negro también puede ayudar a fijar los colores o iluminarlos. Un sobre en una taza de agua hirviendo será suficiente, para luego diluirlo en el recipiente habitual, con los procedimientos habituales enumerados anteriormente.
Brillante, ¿verdad? ¡Y barato!