Las tarjetas de crédito y débito tendrán un cambio drástico en su forma de uso: así será

Las tarjetas de crédito y débito forman parte de nuestra vida diaria desde que nos convertimos en adultos. En un mundo regido por los números y la economía, son una herramienta fundamental en el día a día, y ya nos hemos acostumbrado a usarlas. Sin embargo, a partir de este martes, llega un gran cambio en su implementación.

Es que la Secretaría de Comercio, bajo la dirección de Pablo Lavigne, da luz verde a una resolución que impactará de lleno en el modo de uso de las tarjetas. Antes que se preocupen, les traemos calma: será para mejor, o al menos esa es la idea.

¿De qué se trata? En principio, de un mecanismo que busca reducir los fraudes en este tipo de transacciones, sobre todo aquellas que se denominan «clonaciones» y que derivan en que el usuario vea en su resumen compras que jamás hizo.

Esta norma es, además, de alcance nacional; y el objetivo del Gobierno es que esté totalmente implementada de aquí a los próximos 6 meses. En Río Negro, por ejemplo, su práctica es cada vez más habitual.

¿Cuál será el cambio en las tarjetas de crédito y débito?

La resolución que impulsa la Secretaría de Comercio habla de que los clientes tendrán la potestad de no desprenderse jamás de su tarjeta y su DNI, una práctica que habitualmente se llevaba adelante en los comercios, cuando el comerciante se llevaba los plásticos para hacer el cobro.

No solo eso: los encargados de llevar adelante la transacción deberán mostrar la información a los clientes todo el tiempo, para que no haya ningún tipo de engaño.

Con la firma previamente pactada para la medianoche de este martes, la resolución fue pensada en conjunto con Fernando Blanco Muiño, subsecretario de Defensa al Consumidor y Lealtad Comercial.

Desde el Gobierno deslizaron en una entrevista con Infobae que «durante 2023 se recibieron en Defensa al Consumidor casi 7.000 denuncias por este tipo de fraudes».

Las tarjetas de crédito y débito afrontan un cambio en su modus operandi.

Las tarjetas de crédito y débito afrontan un cambio en su modus operandi.

A partir de ahora, un cliente que asista a un comercio y quiera pagar con alguna de estas tarjetas deberá informarle al comerciante, quien tendrá que acercar la terminal de pago al usuario. Allí se llevará adelante la transacción, mientras ambos pueden observar toda la información respectiva, sin que haya ninguna polémica o potencial confusión.

Hasta el momento, podía ocurrir que al «llevarse» las tarjetas, algunos comerciantes clonaran las tarjetas mediante una terminar posnet falsa, en la que quedaban registrados los datos del usuario, que luego podían ser utilizados para hacer operaciones a su antojo.

Aún así, desde la Secretaría de Comercio alientan a siempre revisar los consumos de nuestras tarjetas, sus últimos movimientos y sus saldos, para descartar cualquier inconveniente que pueda haber surgido.

Si ya caímos en un fraude… ¿cómo seguimos?

Desde Mercado Pago suelen hacer mucho énfasis en la prevención para este tipo de situaciones, pero además también dieron una serie de recomendaciones para cuando ya hemos sido víctimas de un fraude y solo queremos evitar que el daño sea mayor.

En este caso, primero que nada se recomienda bloquear la tarjeta. Eso puede realizarse mediante el home banking en la mayoría de los casos, pero si por algún motivo esto se complicara, basta con que el cliente se acerque a la entidad bancaria emisora de la tarjeta y reporte lo sucedido. Hay algunos bancos que, en todo caso, ofrecen la posibilidad de «pausar» los consumos hasta nuevo aviso.

Luego, se recomienda hacer la denuncia pertinente. En este caso, no solo aporta una potencial solución al usuario estafado, sino que también pone en alerta a los comercios que fueron parte de la transacción y permite que se realice un seguimiento de los gastos.

Por último, pero no menos importante, «pelear» la devolución de nuestro dinero. Si la tarjeta fue robada y el usuario sufrió un fraude, debería bastar con una comunicación y una explicación para que la entidad bancaria restituya el dinero perdido. El único escenario en el que no habría devolución es si el cliente le brindó su contraseña a otra persona y fue ella quien lo estafó. Caso contrario, corresponde la devolución.

Fuente: La Mañana de Neuquén.

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