Pico de gallo es una salsa fresca y picante de la cocina mexicana, compuesta típicamente por tomate, cebolla, chile jalapeño, cilantro, jugo de limón y sal. Su nombre, que significa «pico de gallo» en español, sugiere una mezcla vibrante de sabores y colores que recuerdan a un gallo.
Esta salsa es conocida por su sencillez y versatilidad, sirviendo como acompañamiento para una variedad de platos, como tacos, quesadillas, nachos y carnes asadas. Además de su delicioso sabor, el pico de gallo es apreciado por su valor nutricional, al ser bajo en calorías y rico en vitaminas y antioxidantes.
Su preparación es rápida y fácil, requiriendo solo unos pocos ingredientes frescos y un simple proceso de corte y mezcla. Esta salsa es un elemento fundamental en la gastronomía mexicana, aportando un toque de frescura y sabor a una amplia gama de platos tradicionales y contemporáneos.
Aquí tienes una receta básica para hacer pico de gallo:
Ingredientes:
- 4 tomates medianos, cortados en cubitos
- 1 cebolla blanca o roja pequeña, picada finamente
- 1 chile jalapeño, picado finamente (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia de picante)
- 1/4 taza de cilantro fresco, picado
- Jugo de 1 limón
- Sal al gusto
Instrucciones:
En un tazón grande, combina los tomates cortados en cubitos, la cebolla picada, el chile jalapeño y el cilantro fresco.
Exprime el jugo de limón sobre los ingredientes en el tazón. La cantidad de jugo de limón puede ajustarse según tu preferencia.
Agrega sal al gusto y mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén bien combinados.
Prueba y ajusta el nivel de sal y picante según sea necesario.
Refrigera el pico de gallo durante al menos 30 minutos antes de servir para permitir que los sabores se mezclen.
Sirve el pico de gallo como acompañamiento para tacos, quesadillas, nachos, carnes asadas o cualquier otro plato mexicano favorito.
¡Disfruta de tu pico de gallo fresco y sabroso!