Las marcas que se forman tras lavar los cristales son realmente muy molestas: con este método podrás evitar el problema.
Siempre llega un momento en el que nuestra casa realmente necesita una buena limpieza de arriba a abajo. Especialmente con la llegada de la temporada primaveral y los bonitos días, muchos deciden darle un buen orden a su hogar, higienizando a fondo todas las estancias. Los muebles y los suelos son lo primero que hay que lavar con cuidado, para garantizar no sólo el nivel adecuado de higiene sino también un agradable aroma que se difunda por todas las habitaciones. Sin embargo, quien tiene que limpiar la casa no puede olvidarse de lavar también las ventanas .
Con este método no más rayas en el cristal.
De hecho, el cristal de las ventanas tiende a ensuciarse con frecuencia, especialmente cuando llueve. Por ello es necesario limpiarlos periódicamente , así como los espejos y todos los cristales del interior de la casa. Uno de los problemas que surge con más frecuencia al lavar cristales es sin duda el de las rayas.
De hecho, cuando higienizamos los cristales pueden aparecer marcas que inutilicen nuestro esfuerzo. En estas situaciones lo primero que nos viene a la cabeza es volver a lavar el cristal, con la esperanza de que el halo desaparezca de una vez por todas.
Para evitar tener que hacer un doble trabajo, sólo es necesario tener un conocimiento profundo de los motivos que conducen a la formación de marcas. En definitiva, necesitas saber cómo y cuándo lavar las ventanas para no tener que volver a lavarlas. Para empezar, mucha gente no sabe que hay un momento concreto del día en el que conviene higienizar los cristales.
El consejo más popular, de hecho, es lavar las ventanas durante las horas en las que el sol no es muy fuerte , para evitar la formación de halos provocados por los rayos solares. El momento perfecto para lavar las ventanas es temprano en la mañana o al final de la tarde.
Los mejores consejos para un resultado óptimo
Además de este aspecto, para conseguir que no se formen desagradables rayas en nuestro cristal, también es necesario prestar atención a los productos que utilizamos . Muchos de los artículos disponibles en el mercado son, de hecho, inadecuados y no permiten obtener una buena limpieza de los cristales. Mucho mejor optar por un elemento como el vinagre , que se puede pulverizar sobre el cristal mediante un nebulizador en spray.
A continuación se debe limpiar el vinagre con un paño de algodón, teniendo cuidado de realizar movimientos circulares para que la limpieza se realice de la mejor forma posible, sin dejar marcas. Naturalmente el paño debe estar muy limpio, de lo contrario corres el riesgo de ensuciar más el cristal.
Si, por el contrario, tenemos que limpiar un vaso donde la presencia de suciedad es decididamente elevada, entonces conviene confiar en otro excelente elemento como el jabón de Marsella (una cuchara es suficiente), disolviéndolo en un recipiente con agua caliente. Para mantener una cierta limpieza en las ventanas también es importante higienizar los muebles con frecuencia , evitando que se acumule polvo y suciedad.